Es lamentable que todavía en nuestro país sigan ocurriendo estos dolorosos casos de muertes, ya sea por un infarto, por falla de un neumático o por cualquier otra justificación que quieran hacer.
Pero, lo cierto es, que hasta que las autoridades sindicales no se dispongan a educar y concienciar a sus conductores, estos casos van a seguir ocurriendo.
Alguien me puede explicar, ¿Qué es lo que ganan al final estos conductores dueño de la velocidad y de la irresponsabilidad al terminar su jornada de trabajo?, no es secreto para nadie, que los chóferes de las llamadas “guaguas voladora” no se respetan entre ellos mismo, entonces, ¿Qué se puede esperar con los peatones?
Cuando al transitar por las calles, los cobradores al ver una señal de pare de algún peatón, lo primero que ve es el signo de dinero más que la persona, sea cual sea su edad, salud física o el estado en que se encuentre.
Si en algunos de los sindicatos de chóferes, se pensaría por lo menos un poco en la vida de cada usuario de sus servicios, tendrían como regla número uno, conducir con precaución, número dos, no llevar pasajeros que excedan a la carda que puede soportar el vehículo, ya que podemos ver a diario, y delante de todas las autoridades, guaguas que producto del sobre peso, se ven inclinada de una lado y ni estando en esa situación ni el chofer ni su cobrador se satisfacen y quieren más y más pasajeros.
Lo malo de todo esto, es que al final los más sufridos son los inocentes, que se tienen que quedar sin el amor de sus padres, hermanos, esposa o en el peor de los casos, no poder ver nacer a su hijo.
Esperemos que para que se tomen las medidas de lugar, no tengo que ocurrir otro caso similar al de la Autopista Las Américas, donde por lo menos resultaron 11 muertos y varios heridos, y que los sindicatos, asignen un personal para que éste se encargue de supervisar las gomas y el estado de los vehículos.
Pero, lo cierto es, que hasta que las autoridades sindicales no se dispongan a educar y concienciar a sus conductores, estos casos van a seguir ocurriendo.
Alguien me puede explicar, ¿Qué es lo que ganan al final estos conductores dueño de la velocidad y de la irresponsabilidad al terminar su jornada de trabajo?, no es secreto para nadie, que los chóferes de las llamadas “guaguas voladora” no se respetan entre ellos mismo, entonces, ¿Qué se puede esperar con los peatones?
Cuando al transitar por las calles, los cobradores al ver una señal de pare de algún peatón, lo primero que ve es el signo de dinero más que la persona, sea cual sea su edad, salud física o el estado en que se encuentre.
Si en algunos de los sindicatos de chóferes, se pensaría por lo menos un poco en la vida de cada usuario de sus servicios, tendrían como regla número uno, conducir con precaución, número dos, no llevar pasajeros que excedan a la carda que puede soportar el vehículo, ya que podemos ver a diario, y delante de todas las autoridades, guaguas que producto del sobre peso, se ven inclinada de una lado y ni estando en esa situación ni el chofer ni su cobrador se satisfacen y quieren más y más pasajeros.
Lo malo de todo esto, es que al final los más sufridos son los inocentes, que se tienen que quedar sin el amor de sus padres, hermanos, esposa o en el peor de los casos, no poder ver nacer a su hijo.
Esperemos que para que se tomen las medidas de lugar, no tengo que ocurrir otro caso similar al de la Autopista Las Américas, donde por lo menos resultaron 11 muertos y varios heridos, y que los sindicatos, asignen un personal para que éste se encargue de supervisar las gomas y el estado de los vehículos.