Todo comenzó cuando yo decidí estudiar la carrera de Comunicación Social Mención Periodismo, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, como toda juventud, llegué allí llena de ilusiones y con mucho deseo de superación.
Pero, al transcurrir el tiempo e ir avanzando en mis estudios, ser madre soltera, trabajar y tener que costear todos mis gastos y los de mi hija, no me di por vencida y seguí creyendo en que algún día cuando termine de estudiar, encontraré una oportunidad de poder poner en práctica todos mis conocimientos adquiridos, cosa que nunca ocurrió.
Me mantuve enviando currículum a varios canales de televisión antes de terminar la carrera universitaria y aquí empezaron los disgustos.
En algunos canales fueron más amables que otros, ya que por lo menos, me hicieron una entrevista, me dijeron que me iban a llamar, mientras que en otros lo único que decían era que enviara el curriculum por el e-mail, que cuando aparezca alguna vacante me llamarán.
Bueno, ya me he graduado, y aún estoy en espera de las famosas llamadas, yo sé que eso no es nada extraño en mi país, pero, lo que más me incomoda es, que personas que tienen menos capacidad o están menos preparadas que yo, están en un medio solo porque es hija de don fulanito o doña fulanita, o simplemente por tener un apellido de pesos.
Entonces, no engañemos a la juventud dominicana, para que luchar por terminar una carrera y ser un hombre o una mujer de bien en el mañana, si todo ese esfuerzo no se valora o simplemente no se toman en cuenta.
¿No sería mejor que convirtieran las universidades donde acuden los hijos de nadie en pequeños mercados, zonas francas y área de fritura y que solo estudiarán los hijos de los apellidos de pesos?
Hoy en día, yo tengo casi un año de graduada y ya todas mis esperanzas se han caído, todo está claro, yo soy hija de don nadie y mi madre es doña humildad, entonces, para que seguir llevando currículum y llamando para ver si puedo dar a conocer mi capacidad o todo mi potencial, solo yo al igual que otros profesionales de distintas áreas sabemos el sacrificio que tiene que hacer una persona de bajo recurso para poder terminar una carrera universitaria.
Muchos profesionales, hoy en día, son chóferes de carros públicos, taxista, chiriperos, chineros, fruteros, entre otras actividades, muy distante para la cual se han preparado.
Por ejemplo, yo estudié Locución, en la Escuela Nacional de Locución, Profesor Otto Rivera, tengo mi carnet terminé mi carrera universitaria y además estoy en un nivel avanzado de inglés, y todo eso, para qué, bueno solo para mi provecho personal.
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Hace 14 años